jueves, 15 de mayo de 2008

CHISPA DE OSCURIDAD

FRÍA!

Desde hacia tiempo había notado un cambio en ella. Se sentía distinta a los demás. Mirando a su alrededor podía observar, aun con mayor precisión, los cambios que había sufrido. No solo físicamente, ya que sus ojos eran más claros haciéndolos más sensibles a las luces fuertes, su piel se había tornado cetrina, pálida, fina y de un tono grisáceo con el que parecía enferma. Su cabello tenia más volumen y los bucles se habían vuelto más precisos. Las formas de su cuerpo eran curvas que parecían cinceladas y las prendas se acoplaban perfectamente a su forma. Aun así todo ello no era lo que más le preocupaba. Su actitud también había sufrido un cambio. Era fría y distante, aun con los que más compartía un lazo de amistad, notaba que algo en su interior se había congelado, no se emocionaba con las cosas que antiguamente le arrancaban sonrisas. Las pocas veces en las que sus labios se curvaban en una sonrisa era una mueca grotesca y que dejaba a cualquiera congelado en el sitio. Era tan forzada que solo podía hacer que los demás se sintieran molestos y rieran incómodos como sino hubieran notado dicha expresión, pero lo que más se podía apreciar de su cambio era en aquel invierno, rodeada de gente con grandes abrigos, bufandas, guantes y gorros en el cual ella se sentía cómoda con una camisa liviana, propia de una primavera sofocante.
El cambio se había producido en apenas unos meses, poco a poco y sin apreciarlo durante la época de verano y otoño, había dejado de ser la dulce y calurosa chica, para ser la reina de las nieves en persona y el porque del cambio era un total y completo misterio que le gustaría poder resolver.

CHISPA DE OSCURIDAD


Era un nuevo día, había amanecido y ella se había puesto en pie para seguir la rutina que como cada día ocupaba gran parte de su vida. Pero en esta ocasión volvió a ser consciente del cambio que se había realizado en su interior. Al salir a la calle no pudo controlar la extraña mueca de mediana alegría que dibujo su rostro al sentir el frió recorriendo su piel. Extendió los brazos a los lados, situándolos en cruz y bebió de aquella mañana fría. El cielo estaba encapotado, gris y espeso ocultando hasta el más pequeño resquicio de ese azul que prometía ocultarse tras la gran masa de nubes que había sobre su cabeza. Aquel cielo prometía un día de lluvias que nunca llegarían, de viento frío que inundarían sus pulmones quemando su garganta al abrirse paso. Eso le hinchaba de una satisfacción acogedora. Sus ojos relucían por las lágrimas que sus ojos estaban empezando a crear por el azote del viento en su cara haciendo que sus ojos mas claros se tornasen volviéndolos de un verde esperanza que contradictoria mente dejaban ver una chispa de oscuridad, de la oscuridad que su alma sentía al saber que cada día que pasaba poseía un alma mas oscura, mas corrupta, sus emociones morían a cada paso que daba en aquel presente que le conducían a un futuro de sombras.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Ryuiching!! Me hizo mucha ilusión leer tus palabras. Espero que el libro sea de tu agrado.

Veo que también eres aficionada a la escritura y lo haces realmente bien. Sigue así, la práctica es importantísima.

Aprovechando que eres de Santaco, a ver si quedamos para tomar un café y charlamos ¿te parece?

Un besazo

Jezz Burning